Las organizaciones convocantes -CGT, CNT, Intersindical Valenciana y COS-, han mantenido las acciones durante todo el día en diferentes puntos de la capital

La Huelga General de este 29 de mayo en el País Valenciá comenzó, apenas pasada la medianoche, con concentraciones numerosas de trabajadores y trabajadoras a las puertas de Mercavalència, y a primera hora de la mañana en la cochera de la EMT en San Isidro. Ambas se han llevado a cabo durante horas sin incidentes y han consistido en informar y demostrar apoyo a quienes han decidido secundar la jornada de lucha parando en sus puestos de trabajo.

Las militantes y trabajadoras que han conformado estos piquetes informativos han estado repartiendo comunicados para explicar las razones de los paros y las movilizaciones en el principal mercado de abastos y en la Empresa Municipal de Transportes de València (EMT) para la que el consistorio había fijado unos servicios “mínimos” muy criticados por los convocantes, del 80 %. A pesar de ello, se han producido retenciones en algunos puntos de la V-30 y la V-31, además de formarse largas colas de personas en las paradas de buses.

Por otro lado, y antes de las diez de la mañana de este jueves, se ha llevado a cabo una ocupación de la autovía V-30 por parte de trabajadores y trabajadoras en huelga para visibilizar sus reivindicaciones, y se han producido cargas e identificaciones policiales en otros puntos de la ciudad, como ha sido en el caso de Benimaclet.

Ni rastro de los “sindicatos” mayoritarios: ¿Dónde están, no se ven?

Una de las razones por las que esta huelga ha sido convocada está directamente relacionada con las condiciones de trabajo que muchas personas soportaban cuando perdieron la vida el pasado 29 de octubre cuando la DANA afectó a buena parte de esta comunidad. Un total de 228 víctimas mortales e innumerables destrozos y pérdidas materiales han marcado para siempre la vida de miles de familias.

Si bien es cierto que una catástrofe de la magnitud de estas inundaciones no puede evitarse, sí se pueden paliar sus efectos y evitar sobre todo la pérdida de vidas humanas. La gestión de los recursos del pueblo valenciano para enfrentarse a ello fue muy deficiente por parte del gobierno de la Generalitat, en quien recaen las competencias. Es por ello, que las organizaciones convocantes de esta Huelga General han sido muy críticas con los “sindicatos” que se dicen mayoritarios y que no han querido respaldar la lucha de este día para exigir justicia para las personas que fueron obligadas a trabajar, exponiendo su integridad, durante los peores momentos de la tormenta.

Estos “agentes sociales” no se han dejado ver en ninguna acción llevada a cabo durante este 29 de mayo, tampoco en la primera de las manifestaciones que a las 12:00 del medio día ha partido desde la Estación del Nord, en la calle Xàtiva, hasta la calle Colón de la capital valenciana.

Para CGT, la actitud de estos “sindicatos” no es sorpresiva en absoluto. Durante meses han estado obviando que a muchas empresas no les importó arriesgar la vida de sus plantillas a pesar de que por ley deberían haberlas protegido.

A lo largo de la mañana y hasta el mediodía, las acciones descentralizadas se han sucedido en diferentes puntos de la comunidad.

Séptima manifestación por la dimisión de Carlos Mazón: “20:11, ni olvido ni perdón”

Pasadas las 19:30 horas dio comienzo una nueva marcha por la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Esta manifestación, más multitudinaria que la de por la mañana, partió desde la plaza del Ayuntamiento de València, convocada cuando se cumplen 7 meses de las terribles inundaciones.

Miles de personas indignadas por la gestión de la situación durante las primeras horas y las primeras semanas tras la DANA, gritaron juntas ¡Mazón a prisión!, ¡Mazón, dimisión!, ¡Mazón, criminal!, mostrando imágenes y pancartas a lo largo de todo el recorrido junto a un gran ninot del presidente con las manos manchadas de sangre.

Para la CGT, Carlos Mazón (PP) no es el único responsable, aunque este sea el presidente de la comunidad valenciana. Una parte del empresariado también permitió que sus plantillas continuaran trabajando, algunas sin poder ni mirar sus móviles, en los momentos en los que el cielo descargaba toda la fuerza del agua sobre València. Fueron culpables de la muerte de personas que estaban trabajando en ese momento, o bien se desplazaban para ir o volver a sus empleos.  Los y las anarcosindicalistas tienen claro que se atentó deliberadamente contra la vida de la gente trabajadora, totalmente vulnerable en unos momentos donde el presidente prefirió continuar con su agenda en lugar de hacer caso a las previsiones meteorológicas que desde hacía horas, incluso días, se estaban comunicando.

Unidad sindical y social: “Solo el pueblo salva al pueblo”

En los territorios valencianos ahora más que nunca es preciso la unidad sindical y social, al margen de partidos y de poderes o sectores con intereses opuestos al bienestar común.  Son muchas las personas, de manera individual como colectiva, a través de asociaciones y organizaciones -como CGT-, las que se han organizado para echar una mano a quienes lo perdieron todo, sobre todo a las personas que sufrieron la pérdida de seres queridos, algo irreparable por desgracia. “Ahora más que nunca esta unidad tiene que extenderse, sobre todo para no dejar solas a las víctimas de la DANA”. Es por ello que desde CGT, junto a otras organizaciones sindicales y sociales, se ha exigido responsabilidades penales para los culpables de las muertes de trabajadores el día de la tormenta en accidentes laborales, la reparación y la justicia para todas las víctimas de la DANA, el restablecimiento de los servicios públicos eliminando sus privatizaciones y con un compromiso real de reforzarlos mejorando las condiciones de los profesionales en el sector público, la exigencia de que las personas afectadas por el ERTO de la DANA cobren el 100 % de sus sueldos, la creación de un permiso retributivo sin límites de días para situaciones de alerta meteorológica, el establecimiento de la reducción de la jornada laboral a 32 horas o 4 días semanales, la recuperación del poder adquisitivo por parte de la clase trabajadora, y el derecho a un hogar digno para toda la población con la creación de un parque público de viviendas sociales.

Gabinete de Prensa del Comité Confederal de la CGT