Foto: Fuego en Cerrado (Brasil) durante una expedición. Agosto 2020 / Alianza Cero Deforestación
La crisis climática, ecológica y social global exige medidas firmes y coherentes. Frente a intentos de retrasar y rebajar las obligaciones recogidas en el Reglamento de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación (EUDR), reafirmamos nuestro apoyo inequívoco al mismo. Este Reglamento protege la integridad de los bosques, defiende los derechos de las comunidades locales y es una herramienta esencial para reducir las emisiones asociadas a la pérdida de cobertura forestal. La UE no puede retroceder ahora: debilitar las obligaciones de diligencia debida o abrir excepciones para grandes corporaciones es un paso atrás inaceptable.
En 2024, los bosques del mundo vivieron un grave y continuo declive, lo que aleja cada vez más el cumplimiento de los objetivos de conservación para 2030. Se perdieron de forma permanente unas 8,1 millones de hectáreas de bosques, entre ellas 6,73 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, cuya destrucción liberó 3.100 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero. La pérdida forestal en las Áreas Clave de Biodiversidad aumentó un 47% respecto al año anterior, poniendo en mayor riesgo hábitats esenciales. Estas pérdidas significan emisiones adicionales de carbono, pérdida irreversible de biodiversidad y hogares destruidos para comunidades indígenas y locales.Reducir la capacidad de rastrear y sancionar esas cadenas de suministro sería permitir que productos ligados a la deforestación sigan entrando al mercado europeo.
La deforestación sigue siendo impulsada principalmente por la agricultura industrializada (86%). Se trata de un problema sistémico, vinculado tanto al consumo interno como al comercio internacional, que requiere cambios profundos en la gestión del uso del suelo y del comercio. La falta de medidas obligatorias facilita que productos vinculados a la destrucción forestal lleguen a los mercados internacionales. El Reglamento europeo actúa directamente sobre esas cadenas de suministro: debilitarlo o dejar lagunas sería dar carta blanca a prácticas insostenibles.
Al mismo tiempo, los datos a medio plazo recuerdan que la política y la acción pública pueden cambiar tendencias: la FAO subraya que los bosques siguen bajo presión y que episodios extremos (incendios, expansión agrícola, acaparamiento de tierras) pueden revertir avances en poco tiempo. Esto demuestra que el EUDR es necesario tanto para consolidar las mejoras como para prevenir retrocesos.
Exigimos a la Comisión Europea, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo:
- No debilitar el Reglamento europeo contra la deforestación. Cualquier modificación que reduzca la diligencia debida de las empresas socava el propósito de la norma y la confianza pública. Genera inseguridad jurídica y penaliza a los sectores económicos y países productores que sí han invertido y se han preparado para cumplir con la norma.
- Trabajar intensamente con los países productores, las empresas, los pequeños agricultores y la sociedad civil para garantizar el éxito y la aplicación fluida de esta regulación, transcurridos los 12 meses adicionales para que las autoridades competentes y las empresas se pudieran adaptar a sus requisitos.
- Transparencia total: los consumidores europeos tienen derecho a saber si su café, chocolate, aceite de palma, soja que se utiliza en la alimentación animal, carne o cuero contribuyen a la destrucción de bosques.
Este Reglamento es una palanca imprescindible en la lucha contra la deforestación y el cambio climático: protege la naturaleza, garantiza mercados más responsables y refuerza el liderazgo climático de la UE. Rechazamos cualquier intento de debilitarlo y pedimos a las instituciones europeas que traduzcan su retórica en hechos: recursos, controles y voluntad política para hacer cumplir la ley. El futuro de los bosques y de la justicia ecológica y social están en juego.
De aquí a diciembre, la Comisión Europea tiene previsto publicar otros tantos paquetes Ómnibus sobre simplificación digital (19 de noviembre), medio ambiente (25 de noviembre) y seguridad alimentaria y de los piensos (10 de diciembre), así como movilidad militar, automoción y energía (fechas por confirmar).la Unión Europea con respecto a la desregulación de legislaciones ambientales, sociales y laborales, en general, y los recortes y atrasos del Reglamento sobre deforestación ¡EUDR), en particular.
