Este mes llegamos a las 54 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año. Cinco más que se suman a la lista de feminicidios que el sistema sigue sin saber prevenir ni detener. Desde 2003 ya son 2.080 mujeres asesinadas por violencia machista en el Estado español.

Denunciamos los asesinatos:

  • Mercedes Bezunartea Valencia, 78 años. Zizur Mayor (Navarra, Comunidad Foral de Navarra). 29 de julio.
  • Teresa de Jesús González, 48 años. O Porriño (Pontevedra, Galicia). 29 de julio.
  • Ilham de 34 años. Don Benito (Badajoz, Extremadura). Fecha de su desaparición el 30 de julio.
  • María de 80 años. Torelló (Barcelona, Cataluña). 30 de julio.
  • Noelia González Gutiérrez, 45 años. Avilés (Asturias, Principado de Asturias). 8 de agosto.

El asesinato de Teresa de Jesús González evidencia cómo la sociedad patriarcal convierte los sectores de cuidados en espacios feminizados y altamente precarizados. Teresa trabajaba en el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), un ámbito esencial que se sostiene sobre la explotación y la falta de protección de sus trabajadoras. Estas violencias no son casos aislados, sino que forman parte de una violencia estructural que atraviesa la vida de las mujeres. Reconocerlo implica exigir cambios profundos en las políticas públicas y en la organización social de los cuidados. (leer denuncia de CGT).

Más allá de los feminicidios reconocidos, muchas muertes quedan registradas como suicidio tras sufrir violencia machista, invisibilizando la situación que las precede. Un ejemplo es la reciente muerte de una mujer secuestrada y violada durante 12 días por su pareja, cuyo fallecimiento fue atribuido a suicidio. Los suicidios vinculados a esta violencia no son hechos individuales, sino síntomas de un sistema de opresión que niega alternativas. La violencia machista es un claro determinante de riesgo suicida.

La última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer ha permitido abrir nuevas líneas de investigación. La Universidad de Granada estima que alrededor del 40% de las mujeres que se suicidan han sufrido violencia de género. Estas investigaciones demuestran que muchas mujeres no encuentran salidas y que las medidas de acompañamiento siguen fallando.

De cara al 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, es fundamental contar con datos que visibilicen esta relación, porque lo que no se nombra no existe. Por ello, el anuncio del Ministerio de un estudio específico es un paso necesario. Sin embargo, la obtención de datos solo tiene sentido si se traduce en políticas públicas, recursos suficientes y medidas de prevención efectivas que garanticen un acompañamiento real. ¡Basta de burocracia, falta de recursos e inacción!

Desde CGT, exigimos:

  • Protección inmediata y especializada para las víctimas.
  • Medidas efectivas frente a todas las formas de violencia machista: física, psicológica, sexual, económica, simbólica, institucional, digital y vicaria.
  • Prevención real a través de la educación, sensibilización y formación en todos los espacios.
  • Recursos y apoyo especializado, adaptados a las diversas realidades de las mujeres.
  • Asignación de recursos económicos suficientes.
  • Cumplimiento efectivo de las leyes ya existentes, como la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, la Ley Orgánica 8/2021, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, la Ley Orgánica 10/2022, de garantía integral de la libertad sexual, y la Ley Orgánica 4/2023, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.

La lucha contra la violencia machista no puede limitarse a la reacción institucional. Es imprescindible un cambio social profundo a través de la educación feminista y afectivo-sexual desde edades tempranas, y de campañas sostenidas que confronten el machismo estructural.

Es fundamental construir un sistema que no solo reaccione, sino que prevenga y transforme desde la raíz. Un sistema que proteja antes de que el daño ocurra y que actúe en los hogares, las calles, los centros de trabajo, las instituciones y los espacios educativos.

¡La lucha contra la violencia machista es urgente, imprescindible y colectiva!

Secretaría de la Mujer – CGT