Foto: David F. Sabadell

En la mañana de hoy se ha convocado una concentración frente a la Oficina de la Unión Europea en Madrid para exigir a los ministros de asuntos exteriores de la UE que rompan las relaciones comerciales con Israel. Bruselas

«Los Veintisiete analizan este lunes la entrada en vigor del plan de paz impulsado por Donald Trump en la franja de Gaza, unas negociaciones de las que no ha formado parte la Unión Europea. Los ministros de exteriores se reúnen en Luxemburgo para evaluar la puesta en marcha de un plan firmado hace algo más de una semana y que se ha tambaleado este fin de semana por los ataques de Israel en la franja de Gaza» (Cadena Ser).

Hemos asistido a esta cita convocada por la Global Sumud Flotilla en donde se hacía entrega de una carta para la presidenta Ursula Von Der Leyen.

Hemos firmado la petición junto a 54 organizaciones más y exigimos la ruptura total de las relaciones con Israel

Adjuntamos la carta en pdf con todos los firmantes

Urgente: Apoyo a la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación UE-Israel

Está carta pretende que el Consejo de ministros de exteriores de los países miembros de la UE, que se reúnen hoy, 20 de octubre, en Luxemburgo para debatir una medida de enorme trascendencia: aprueben, por lo menos, la recomendación de la Alta Representante de la UE para asuntos exteriores, la Sra Kaja Kallas: la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel.

A la atención de la Sra. Ursula von der Leyen Presidenta de la Comisión Europea Bruselas

Asunto: Urgente — Apoyo a la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación UE–Israel

Bruselas, 20 de octubre de 2025

Sra. Presidenta,

Las organizaciones y personas firmantes apelamos a la responsabilidad política y moral de la Comisión Europea para que respalde esta decisión suspensión parcial del Acuerdo de Asociación UE–Israel y recomiende su aprobación. Mantener privilegios comerciales con un Estado que comete violaciones sistemáticas del Derecho Internacional Humanitario constituye una forma de complicidad institucional que la Unión no puede permitirse.

La UE es el principal socio comercial de Israel, representando cerca de un tercio de su comercio exterior. La propuesta debatida hoy no pide una ruptura total, sino una suspensión parcial de las concesiones aplicadas al 37 % del comercio UE–Israel, en aplicación del artículo 2 del propio Acuerdo, que obliga a respetar los derechos humanos y los principios democráticos.

Esta medida es legal, legítima y necesaria. Permitiría sujetar las importaciones israelíes a aranceles ordinarios —unos 227 millones de euros anuales— como forma de presión económica proporcionada ante las graves violaciones que hoy examina la Corte Internacional de Justicia por posible genocidio.

La Unión Europea no puede seguir declarando su compromiso con los derechos humanos mientras mantiene acuerdos preferenciales con un Estado que ocupa ilegalmente territorios, coloniza, impone un régimen de apartheid y desobedece las resoluciones de Naciones Unidas y las medidas de la Corte Internacional de Justicia.

Sra. Presidenta,

Europa nació del compromiso con el “Nunca más”. No puede mirar hacia otro lado mientras sus tratados comerciales financian la impunidad. La suspensión parcial del Acuerdo UE–Israel es hoy una prueba de coherencia y de respeto a los valores fundacionales de la Unión.

Por todo ello, le instamos a que la Comisión Europea apoye activamente esta medida y llame a los Estados miembros a votar a favor.

Entretanto, en aplicación del artículo 2 del propio Acuerdo, citado anteriormente, que obliga a respetar los derechos humanos y los principios democráticos, las organizaciones y los movimientos sociales abajo firmantes consideramos que la ruptura parcial que ahora propone la Comisión debe ser un primer paso necesario en un horizonte de la ruptura total del acuerdo de asociación entre la UE e Israel, que incumple de manera sistemática dicho artículo y tal como se hizo con la Sudáfrica del apartheid, sin dobles raseros, se corten toda clase de relaciones con un Estado para prevenir la comisión de genocidio.

Ninguna nación debería beneficiarse del genocidio.

Atentamente,