Foto: En Rafah. AFP
Asistimos cada día con horror a las noticias e imágenes del genocidio del pueblo palestino en Gaza. Un genocidio que dura ya 22 meses, solo comparable con los peores ejemplos de la historia, como el genocidio armenio o el holocausto nazi, ambos en el contexto de dos guerras mundiales.
En ambos casos de la historia la falta de información fue condición de posibilidad para garantizar la impunidad de los asesinos, mientras perpetraron la matanza.
El caso de Gaza en la actualidad se asemeja más al escenario del Gueto de Varsovia, convertido en una macabra versión de los “Juegos del hambre“. Mientras los gobiernos europeos siguen manteniendo relaciones con Israel sin ningún rubor.
Desde la invasión de Gaza por Israel en octubre de 2023, asistimos al mayor ejemplo de limpieza étnica producido en el siglo XXI, televisado en directo por las propias víctimas y que jamás hayamos visto, mientras los gobiernos occidentales han ignorado el clamor popular de multitudinarias movilizaciones en todo el mundo, exigiendo medidas reales para acabar con esta carnicería.
Es la sociedad civil internacional la que ha intentado romper el bloqueo a Gaza para exigir la apertura del paso de Rafah, pero la colaboración del gobierno de Egipto con EEUU e Israel lo ha impedido permanentemente.
Del mismo modo que iniciativas humanitarias como la “Flotilla de la libertad” han intentado romper el
bloqueo en muchas ocasiones, sin más apoyos que el de las organizaciones sociales.
Así, durante la noche del pasado 26 de julio, en torno a las 23h, fue abordado por tropas israelíes en aguas internacionales el barco Handala, cargado con ayuda humanitaria y alimentos infantiles, en nuevo acto de piratería y de vulneración de derechos humanos del gobierno de Netanyahu. Barco en el que viajaban 21 civiles de diferentes nacionalidades, entre los que se encuentran los ciudadanos españoles Sergio Toribio Sánchez y Santiago González Vallejo, ambos secuestrados junto al resto de sus compañeras y compañeros de viaje, por el gobierno de Israel.
Una vez más los gobiernos europeos no hicieron nada por evitar este nuevo asalto a la Flotilla de la libertad, ni están tomando medidas reales para presionar a Israel.
Aún las informaciones son escasas, pero por lo que podemos saber, el gobierno de Israel está tratando a los activistas como si hubieran entrado ilegalmente en el país a pesar de que fueron secuestrados por la fuerza en aguas internacionales y llevados a Israel contra su voluntad. Varios de los activistas aceptaron un acuerdo para ser deportados. En total al menos cinco de ellos ya han sido expulsados de Israel. Dos más, con doble nacionalidad estadounidense e israelíes, se espera que sean puestos en libertad en breve.
Por otro lado, al menos doce de ellos se han negado a aceptar ningún acuerdo voluntario de deportación y siguen encarcelados en la prisión de Givon, entre los que se encuentran los dos compañeros españoles. Desde aquí les enviamos todo nuestro apoyo a ellos y a sus familiares en medio de la incertidumbre de las últimas horas desde su detención.
Todos estos datos sobre el número de detenidos del Handala, pueden variar mientras escribimos este comunicado. Desde CGT exigimos la puesta en libertad sin cargos de todas las personas detenidas. El gobierno español y el ministro Albares de Exteriores, deben tomar cuantas acciones diplomáticas sean necesarias para garantizar la seguridad de los activistas españoles y su liberación de forma inmediata.
La situación de Palestina no es un fruto de un desastre natural, es el resultado de décadas de política colonial y racista de occidente sobre Oriente Próximo, junto con el proyecto sionista de ocupación de tierras palestinas. Una política de apartheid llevada al extremo en Gaza con el gobierno de Netanyahu. Una realidad criminal que tiene responsables políticos concretos y colaboradores internacionales necesarios.
Por ello exigimos a los gobiernos español y europeo que corten todo tipo de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
El gobierno de Pedro Sánchez no ha dejado de comerciar armas con Israel. Y ahora se plantea enviar ayuda humanitaria en paracaídas a pesar de las numerosas críticas internacionales al respecto y sobre todo desde la propia población de Gaza que ha alertado del grave riesgo de esta medida para su seguridad. El autoproclamado gobierno “más progresista de la historia» debe decretar de forma inmediata un embargo total de armas y la ruptura de relaciones con el estado genocida, sin más ambages.
Dentro de poco se celebrará el segundo aniversario del comienzo de este terrible genocidio que se ceba especialmente con mujeres y niños; Desde CGT hacemos un llamamiento a toda nuestra militancia y afiliación a participar activamente en todas las iniciativas de solidaridad con el pueblo palestino.
Desde nuestra organización trabajaremos siempre desde la unidad de acción con todas las organizaciones de solidaridad con el Palestina, en colaboración con la comunidad hispano – palestina en el Estado español y junto al resto de sindicatos de clase y combativos comprometidos con la causa del pueblo palestino, para llevar adelante todas aquellas movilizaciones que se propongan, en este sentido.
¡Alto al genocidio!
¡Embargo de armas!
¡Fin de la complicidad de gobiernos y empresas!
¡Boicot y ruptura de relaciones con Israel!
¡Apoyo a la resistencia del pueblo palestino!
¡Desde el río hasta el mar, Palestina Libertad!
Secretariado Permanente del Comité Confederal de CGT