Se han confirmado los peores presagios: Lino Rubio Mayo, titular del juzgado número 1 de lo penal
de Xixón, ha dictado orden de ingreso en prisión a las seis sindicalistas de La Suiza para cumplir tres
años de prisión.
Lo hace sabiendo que hay una solicitud de indulto encima de la mesa del Gobierno,
consciente además de que materializa una injusticia manifiesta y que lanza todo un torpedo contra el
derecho de la clase obrera a defenderse. Nunca hemos creído en la justicia española, sus sentencias
siempre apuntan a los mismos. La naftalina de sus armarios apesta a clasismo. Mientras por nuestras
calles se pasean lozanos ultraderechistas de todo pelaje cantando bravatas fascistas o agitando odios
impunemente, aquellas personas que disientan contra las injusticias terminan en prisión. Puede ser
por cantar una canción de rap criticando a la monarquía, por reivindicar puestos de trabajo en Cádiz,
por concentrarse en Zaragoza contra la ultraderecha o por manifestarse delante de un establecimiento
en defensa de una trabajadora que ha sufrido acoso laboral, con todos los papeles de la convocatoria
en regla. A las élites de este país no les gusta que le tosan y esta sentencia es un ejemplo. La situación
de desamparo que vivimos la clase trabajadora, no lo olvidemos, está fundamentada en una Ley
Mordaza miserable que el Gobierno más progresista del mundo mundial ha decidido comerse con
patatas. No vaya a ser que una patadita en la espinilla del orden establecido pueda molestar a quien
de verdad gobiernan: fondos buitres, empresarios miserables, políticos racistas y machistas, jueces con
toga apolillada y crucifijo en la mesa…etc.

Desde la CGT mandamos toda nuestra solidaridad a esas 6 trabajadoras que llevan aguantando años
la tortura insoportable que les aplica el juez Lino Rubio Mayo desde que empezó este proceso
demencial. También un abrazo fraternal para la CNT y los grupos de apoyo que han realizado un
trabajo solidario descomunal desde el inicio. El Secretariado Permanente de CGT pedimos a todos
nuestros sindicatos y militancia que hagan visible la campaña por la Libertad a las 6 de La Suiza.
Tiene que ser notorio este reclamo, porque lo que está en juego es la libertad de expresión y la
acción sindical. Hay que hacer todavía más visible la solidaridad, ya que estamos hablando de la
mayor agresión al sindicalismo de los últimos 30 años.

Pero a pesar del golpe, que no duden jueces, empresarios y políticos ni un segundo: nos tendrán
enfrente. Quieren separar a la clase obrera, atacar a la gente humilde para llenarse sus bolsillos. Es el
juego de trileros del fascismo: dividir a la sociedad, castigar a los que entorpecen su gula de
capitalismo depredador e inhumano. Para ellos ser de la clase trabajadora, migrante, racializada,
diversa, trans, solidaria, inquilina, antifa o sindicalista es un delito. Para nosotras motivo de orgullo.
Viva la clase obrera, abrazo compañeras de Xixón.


¡Hacer sindicalismo no es delito!
¡Libertad 6 de La Suiza!