En pleno centro de Madrid, en la Puerta del Sol, está la Real Casa de Correos, actual sede de la Comunidad de Madrid. De 1939 hasta 1983 albergó la Dirección General de Seguridad (DGS) organismo encargado de dirigir la represión política contra los luchadores y luchadoras antifranquistas.
Pretender negar y esconder que este edificio fue el centro más importante de represión de la dictadura franquista, es muestra de una profunda bajeza moral y de mediocridad intelectual, que busca justificar a los verdugos y negar la misma existencia de las víctimas.
En los despachos y calabozos de la DGS se practicaron las mayores atrocidades, como atestiguan los casos más conocidos de Lluis Companys, Julián Grimau, Francisco Granado, Joaquín Delgado, Humberto Baena, José Luis Sánchez-Bravo y Ramón García Sanz, que poco después de su paso por este centro de terror franquista, fueron asesinados por garrote vil o fusilamientos.
Entre sus paredes murieron muchas personas en los primeros años de la dictadura y después. La misma policía asesinó a Enrique Ruano en 1969, y en la llamada transición Joseba Arregi y José España Vivas murieron debido a las torturas sufridas en este siniestro edificio.
También numerosas mujeres fueron torturadas salvajemente como ocurrió con Juana Doña, Tomasa Cuevas, Manolita del Arco, Concha Tristán, Mª Jesús Dasca….
Sin embargo, de todos estos sucesos no hay constancia alguna y es prácticamente desconocido por la ciudadanía. Incluso a nivel judicial tampoco es tenido en cuenta dado que, hasta el momento, no se han tramitado ninguna de las querellas presentadas contra los policías torturadores, salvo contadas excepciones, ni después de la muerte del dictador ni en los últimos años, manteniendo la impunidad de estas graves violaciones contra los derechos humanos. De hecho, las personas que sufrieron malos tratos y torturas por luchar contra la dictadura y por conquistar los derechos políticos y sociales llevan décadas soportando el abandono del Estado y la ausencia de tutela judicial efectiva como víctimas de graves delitos contra la humanidad.
En el artículo 49 de la Ley 20/22 de Memoria Democrática se define como Lugares de memoria democrática “aquel espacio, inmueble, paraje o patrimonio cultural inmaterial o intangible en el que se han desarrollado hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados a la memoria democrática, la lucha de la ciudadanía española por su derechos y libertades, la memoria de las mujeres, así como con la represión y violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de Estado de julio de 1936, la guerra, la dictadura, el exilio y la lucha por la recuperación y profundización de los valores democráticos”. Es evidente que la Real Casa de Correos cumple estos requisitos.
Apoyamos las iniciativas del Gobierno central en aplicación estricta de la Ley de Memoria Democrática en el caso de la antigua DGS, y le exigimos la máxima firmeza, contundencia y celeridad, para impedir que la Comunidad de Madrid siga siendo una institución que incumple la legislación vigente con total impunidad.
Imagen: Carmen Arnáiz, SP Acción Social de CGT, durante el acto

¡!Por la declaración de la antigua DGS Lugar de Memoria!!
¡!Por la colocación de una placa en recuerdo y homenaje a las personas cuyos derechos humanos se vulneraron en la sede de la DGS!!
¡!Por que sean visitables los antiguos calabozos y se instalen listados con el nombre de todas las personas detenidas, torturadas y asesinadas en la DGS!!
COLECTIVOS DE MEMORIA DEMOCRÁTICA Y VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO DE MADRID